Nadie es joven eternamente, y pese a nuestras fantasías de que el tiempo consintiera al menos una excepción, todos los fans esperábamos con ilusión esta noticia. El ídoloteen de 2010, Justin Bieber, ha salido de su crisálida y nos ha deslumbrado con su resplandeciente nueva forma, más pura y angelical si cabe que su antiguo yo. El cambio parecerá discreto, pero ya no es el mismo en las fotos. Él lo sabe, y nosotros también; ayer, un hecho cambió su vida. Ayer, tuvo la primera menstruación.
El evento ocurrió en el rodaje del videoclip de su tema Oh Yeah Baby (You’re my Happy Meal). Una cincuentena de coristas vestidas de colegialas esperaba en el plató, el playbackestaba a punto, y Justin, inexplicablemente, seguía encerrado en el baño.
«Creíamos que había sido víctima de una de las crisis que suelen darle desde hace unos años cuando le rodean las bailarinas», explicasu manager, Quentin X. Ploitergest, «pero ya había tenido cinco ataques, y empezamos a preocuparnos.»
Boris, su guardaespaldas, entró a buscarle: «Le encontré en el excusado, embutiéndose toallitas de papel entre las piernas para contener la regla. Estaba asustado. Tuve que explicarle que esa era la forma en que su cuerpo le decía que se hacía mayor. No fue problema: me han adiestrado para esto y más», asegura Boris, que antes de venir a América perteneció al Ejército de Liberación del Daguestán.
La fecha de hoy será efeméride en la vida de una generación, como lo fue la transición de otras tantas estrellas: cuando Emma Watson pasó de niña a tía buena; Joselito, de ruiseñor a avutarda; Melody, de repelente a quiyaca; Emma Watson, de tía buena a tía buena legalmente pajeable, y tantas otras digievoluciones de nuestras estrellas favoritas.
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